Una verdadera delicia que merece la pena probar
La kokotxa de merluza, rebozada en yema de huevo curada en Chile y salsa de callos con gamba blanca, que probamos a continuación, nos conquistó de inmediato con su leve punto picante y su magnífico sabor.
Un estudiado equilibrio que desembocó en un sabroso dim sum de papada de ibérica de bellota.
Por último, y antes de pasar a los postres, no pudimos resistirnos a probar el rotundo taco de wagyu con esencia de tuétano y sal de gusano, que nos trasladó al dulce momento del postre.
Llegados a este punto, optamos por compartir tres llamativas propuestas. Por un lado, el tronco de té matcha, por otro, el milcrepe de matcha y fresas y, para terminar, la Carlota de limón. Un momento dulce que siempre constituye el mejor broche final de cualquier velada.