En el número ocho de la madrileña Carrera de San Jerónimo se alza majestuosamente Lhardy. Un verdadero icono de la gastronomía madrileña, que, en la actualidad, continúa haciendo historia con una propuesta gastronómica renovada, que gira en torno a tres pilares: la recuperación de recetas clásicas, la temporalidad y unas excepcionales materias primas.